Los niños poseen glándulas sudoríparas en tres zonas del cuerpo, la cabeza, palmas de las manos y los pies. Al usar calzado es común y totalmente normal que los pies suden. Es cierto que algunos niños parecieran hacerlo más que otros, esto podría deberse a una patología (si es en exceso) o a factores externos tales como:
- Temperatura ambiental: si hace calor y el niño está con un zapato cerrado, va a sudar, independiente del material del zapato.
- Nivel de actividad: Un niño en movimiento genera calor en su cuerpo el cual es liberado por sus pies, cabeza y manos. Esto aumenta en un calzado cerrado independiente del material o la temperatura ambiental.
- Tiempo de uso del calzado: Si pasa muchas horas con él (todo el día en el colegio o jardín) y además se da el punto N1 y 2, aumenta el sudor.
- No llevar calcetín o usar uno inadecuado: Sintéticos, gruesos, que se abulten dentro del zapato o les queden muy grandes.
¿Porqué huelen mal los zapatos?
Un zapato es el ambiente perfecto para la proliferación de bacterias. Estas se encuentran en nuestra piel de manera natural. Cuando entran en contacto con el sudor del pie, se produce humedad y se descomponen en amónio y ácido graso, lo que causa el mal olor.
Si bien el cuero tiene excelente respirabilidad, su uso como forro interior no necesariamente va a prevenir que los pies suden, especialmente en los niños pequeños. Ocurre que cuando le sacamos los zapatos a nuestro peque, su pie pareciera estar más "seco" y lo asociamos con menor sudoración, cuando en realidad, el material interior del zapato es el que absorbió la humedad (por eso a veces notamos el zapato mojado por dentro, esto quiere decir que el material absorbió el sudor y cumplió su función de manera adecuada)
Lo clave es qué hacemos con la humedad que quedó atrapada en el zapato. Podemos limpiarlo, desinfectarlo, ventilarlo, etc, lo cual va a depender de los materiales.
El cuero para forro no se puede mojar y desinfectar (al pasarle un paño humedo o agua, la absorve, cambia de color, se puede deformar y tarda muchísimo en secar.
Nuestro calzado
Nuestros zapatos están forrados con la tecnología de Microfibra absorbente. Esta permite que el pie respire, absorbe el exceso de humedad siendo totalmente antimicrobial e hipoalergénica. Además es de fácil limpieza ya que resiste cualquier agente químico. Es de secado rápido (dependiendo qué uses para limpiarlo y cuánta agua), durable y resistente.
Hay niños que sudan más que otros pero todos sudan por los pies cuando son pequeños en algún grado, por ende es normal que el calcetín y/o el zapato salga húmedo. Incluso podrían haber gotitas de sudor en el interior del zapato.
Se recomienda ventilar el zapato y sus plantillas por separado si es que son extraibles todos los días. Idealmente el niño debe tener más de un calzado e intercambiarlo cada día para dejar que el otro se seque por completo, Todo lo anterior evita el riesgo de proliferación de bacterias y hongos, las cuales se pueden traspasar a la piel y causar patologías.
Puedes encontrar las instrucciones de cuidado y limpieza de nuestro calzado aquí
Consejos para disminuir el sudor
- Usar un calcetín delgado, de la talla correcta, 100% algodón que se adapte al pie como un guante.
- Comprobar que tú peque tenga la talla correcta de zapato.
- No usar los zapatos dentro de casa o cuando no sea estrictamente necesario (recordar que lo mejor para tu hijo es estar descalzo).
- Si hace actividad constante y pasa varias horas con él, quitarle lo zapatos para limpiar y airearlos todos los días.
- Tener más de un zapato para poder intercambiarlo y limpiarlo.
- No dejar los zapatos en lugares húmedos y cerrados.
Aún siguiendo todo lo anterior, hay peques que sudan demasiado, y en ese caso los materiales se saturan y no pueden absorber el 100% de la humedad. No debes asustarte ni preocuparte si esto pasa, es un proceso fisiológico.