Base científica para el calzado infantil respetuoso

Bienvenida a este espacio UMA pensado 100 % para mamás curiosas.

Aquí encontrarás, en lenguaje simple, por qué un calzado ergonómico, flexible y barefoot marca la diferencia en el desarrollo infantil. Desmontamos mitos sobre “zapatos firmes” y tacones elevados.

Resumimos estudios recientes y te daremos las fuentes desde donde se basan esos resúmenes, para que si quieres investigar mas de tu parte, lo hagas, y entiendas porque para nosotros es tan importante el desarrollo de zapatos flexibles y respetuosos para Bebes y Niños pequeños.

Ergonomía en el Calzado de Colegio

Fuente: Hollander, K., de Villiers, J. E., Sehner, S., Wegscheider, K., Braumann, K. M., & Venter, R. (2021). Are habitually barefoot children compelled to wear shoes when attending school? Journal of Foot and Ankle Research, 14(1), 51.

Para muchos niños, andar descalzos es lo más natural y cómodo del mundo. Pero, ¿qué pasa cuando deben usar zapatos rígidos en el colegio? Un estudio realizado en 2021 por la Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica analizó cómo afecta a los niños acostumbrados a andar descalzos cuando deben comenzar a usar calzado tradicional.
Los investigadores siguieron a un grupo de niños sudafricanos que habitualmente andaban descalzos, y observaron los cambios en su forma de caminar cuando debían usar zapatos rígidos por primera vez en el colegio. Utilizando análisis biomecánicos y observaciones directas, el estudio reveló que los niños mostraban alteraciones significativas en la longitud de sus pasos, el equilibrio y el movimiento natural del pie al caminar con zapatos rígidos.
El uso de calzado tradicional afectó negativamente la comodidad y confianza de los niños. Los investigadores reportaron que los niños se sentían más torpes, inseguros y menos dispuestos a participar en actividades físicas y deportivas. Esto impactaba directamente su desempeño escolar, ya que la incomodidad y la inseguridad interferían con su concentración y atención en clase.
Además, el calzado rígido provocó problemas físicos como rozaduras, ampollas y molestias en los pies, haciendo que la experiencia de asistir al colegio fuese menos agradable. Estos problemas físicos no solo afectaron su salud, sino que también limitaron la participación activa en juegos y deportes, fundamentales para su desarrollo integral.
Por otro lado, cuando se permitió a estos niños usar calzado flexible, que simula mejor la sensación de andar descalzos, se observó una notable mejora en su bienestar y rendimiento escolar. Los niños se sentían más cómodos, seguros y activos, participando con entusiasmo en actividades físicas y académicas.
La recomendación final del estudio es clara: los colegios deberían considerar permitir o incluso fomentar el uso de calzado flexible o "barefoot" para apoyar la salud física y emocional de los estudiantes. Así se fomenta no solo el correcto desarrollo de sus pies, sino también un mejor desempeño académico y un mayor bienestar general.

Fuente: Fong Yan, A. et al. (2024). Minimalist school shoes improve intrinsic foot muscle size, strength, and arch integrity among primary school students. Journal of Sports Sciences, 42(12), 1157–1163.

Hasta hace poco, muchos pensábamos que los zapatos ideales para los niños debían ser rígidos, con suela gruesa y soporte firme. Sin embargo, estudios recientes nos muestran que estábamos equivocados.
Un estudio de 2024 realizado por la Universidad de Sídney (Fong Yan et al.) demostró los beneficios de usar calzado escolar minimalista. Pero, ¿qué significa exactamente esto? Son zapatos flexibles, livianos y que imitan la sensación de caminar descalzo.
Los investigadores analizaron a niños de primaria durante 12 meses. Descubrieron que aquellos que usaron calzado minimalista desarrollaron músculos más fuertes en sus pies, especialmente los músculos intrínsecos, que son fundamentales para el equilibrio y la estabilidad.
Además, notaron algo importante: los arcos plantares de estos niños mejoraron notablemente. Ten en cuenta que el arco plantar es esencial para absorber impactos al caminar y correr, lo que previene lesiones y deformaciones a largo plazo.
En cambio, los niños que usaron zapatos tradicionales rígidos no mostraron estas mejoras. Al contrario, tenían músculos menos desarrollados y arcos más planos.
¿Qué significa esto para padres y colegios? Que es tiempo de repensar el calzado que elegimos para los niños. Usar zapatos minimalistas no solo cuida sus pies ahora, sino que los ayuda a crecer fuertes y saludables para el futuro.
Este estudio nos confirma que menos es más cuando se trata del calzado infantil. Dar libertad a los pies de nuestros hijos es clave para su salud integral.

Desarrollo saludable del pie infantil

Fuente: Sociedad Canadiense de Podología Pediátrica (Canadian Podiatric Medical Association). (2018). Canadian Children's Footwear Guidelines.

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Elegir zapatos para nuestros hijos va más allá de buscar algo bonito o simplemente cómodo en el momento. Es importante considerar cómo estos zapatos pueden influir en su salud a largo plazo.
Para orientar a los padres en esta tarea tan importante, la Sociedad Canadiense de Podología Pediátrica creó una guía especializada que busca garantizar que el calzado infantil promueva un desarrollo sano y natural de los pies.
Esta guía fue elaborada por un grupo de expertos en salud podológica infantil, basándose en evidencia científica actualizada. Se analizaron factores como flexibilidad, ajuste, materiales y diseño del calzado, para entregar recomendaciones claras y fáciles de aplicar.
Entre los principales puntos de la guía destacan:
  1. Flexibilidad: Los zapatos deben permitir que el pie se mueva de manera natural. Una suela demasiado rígida impide el fortalecimiento muscular, afectando negativamente el desarrollo motor y la estabilidad.

  2. Espacio suficiente: Es importante que el zapato tenga suficiente espacio para los dedos, especialmente en la parte frontal, para evitar compresiones y deformaciones. La guía recomienda una distancia aproximada de medio a un centímetro desde el dedo más largo hasta la punta del calzado.

  3. Materiales transpirables: Los zapatos infantiles deben estar hechos de materiales respirables para mantener los pies secos y evitar infecciones por humedad o calor excesivo.

  4. Tacón mínimo o inexistente: Se aconseja evitar los zapatos con tacón, ya que alteran la postura natural del cuerpo y pueden causar desequilibrios musculares y problemas articulares a largo plazo.

  5. Sujeción adecuada: El calzado debe ajustarse cómodamente al pie, manteniendo el talón firme, pero sin comprimir demasiado. Esto ayuda a mejorar la estabilidad y seguridad durante el juego y la actividad física.

Los especialistas concluyen que elegir un calzado adecuado desde la infancia puede prevenir diversas patologías futuras, mejorar la postura, optimizar el rendimiento físico y aumentar la comodidad diaria de los niños.
Por eso, antes de elegir el próximo par de zapatos para tus hijos, recuerda estas recomendaciones prácticas, que además de cuidar sus pies, contribuirán a su salud y bienestar integral.

Fuente: Wegener, C., Hunt, A. E., Vanwanseele, B., Burns, J., & Smith, R. M. (2011). Effect of children's shoes on gait: a systematic review and meta-analysis. Journal of Foot and Ankle Research, 4(1), 3.

¿Te has preguntado cómo influye el calzado que usan tus hijos en su forma de caminar? Un estudio reciente revisó cómo distintos tipos de zapatos afectan la manera en que caminan los niños y cómo esto repercute en el desarrollo de sus pies.
Investigadores de la Universidad de Sídney, en 2011, realizaron una revisión sistemática y meta-análisis sobre cómo distintos tipos de calzado infantil afectan la forma de caminar (Wegener et al.). El estudio incluyó un análisis detallado de 11 investigaciones previas que comparaban zapatos tradicionales, con suelas rígidas y acolchadas, frente a calzado flexible y minimalista, evaluando variables como la longitud del paso, el impacto del pie al caminar y el movimiento natural del pie.
Los resultados indicaron claramente que los zapatos tradicionales con suelas rígidas alteran significativamente la forma natural de caminar de los niños. Esto se debe a que el pie no puede flexionarse adecuadamente, generando patrones de movimiento artificiales que pueden afectar negativamente el desarrollo del pie.
En contraste, el estudio también evidenció que el calzado ergonómico y flexible permite un caminar más natural y parecido al de andar descalzos. Esto ayuda a fortalecer los músculos del pie y promueve un desarrollo saludable, reduciendo la probabilidad de problemas futuros como pies planos o deformaciones.
Por lo tanto, elegir un calzado flexible que permita a los niños moverse de manera natural y libre es fundamental para promover un correcto desarrollo muscular y óseo, evitando complicaciones futuras en la salud de sus pies.

Fuente: Hollander, K. et al. (2017). Growing-up (habitually) barefoot influences the development of foot and arch morphology in children and adolescents. Scientific Reports, 7(1), 8079.

¿Has pensado alguna vez si el calzado que usan los niños afecta la forma de sus pies? La ciencia dice que sí.
Un estudio del año 2017, realizado por la Universidad de Hamburgo (Hollander et al.), exploró cómo influye el calzado en el desarrollo de los pies durante la infancia.
El estudio observó a más de 800 niños y adolescentes, divididos en dos grupos: aquellos que habitualmente caminaban descalzos o con calzado muy flexible, y aquellos que usaban zapatos rígidos convencionales. A través de mediciones precisas y análisis detallados de sus pies, se confirmó que quienes crecieron descalzos tenían arcos plantares más altos y mejor formados, además de menos deformaciones en los dedos.
Los problemas en el arco plantar y la alineación de los dedos pueden causar molestias y dificultades para caminar correctamente. Estas alteraciones, a largo plazo, pueden generar dolor y problemas de movilidad.
En contraste, los niños que usaban zapatos rígidos y estrechos presentaban pies más débiles, con arcos más planos y mayor incidencia de dedos desviados, lo que podría derivar en deformaciones más serias como los juanetes.
Esto nos lleva a una conclusión clara: permitir que los niños caminen descalzos o utilicen calzado ergonómico y flexible es crucial. No solo es más cómodo, sino que promueve un crecimiento natural y saludable del pie.
Por eso, los investigadores concluyeron que permitir a los niños caminar descalzos o con zapatos flexibles desde pequeños favorece la formación de arcos plantares más fuertes y reduce el riesgo de deformaciones en los dedos, asegurando así un desarrollo más saludable y estable del pie a largo plazo.

Fuente: García-Pinillos, F., Jaén-Carrillo, D., Latorre-Román, P. Á., & Escalona-Marfil, C. (2022). Respectful Children’s Shoes: A Systematic Review. International Journal of Environmental Research and Public Health, 19(9), 5368.

En los últimos años, el concepto de calzado infantil "respetuoso" ha ganado popularidad. Pero, ¿qué significa realmente este término y qué dice la ciencia al respecto?
Un estudio exhaustivo publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health realizó una revisión sistemática para definir claramente qué características hacen que un zapato infantil sea "respetuoso" con el pie en desarrollo.
La investigación consistió en una revisión sistemática de diversos estudios científicos y artículos especializados sobre calzado infantil. Los investigadores analizaron cuidadosamente cuáles eran las características esenciales que debería tener un zapato para apoyar, en lugar de interferir, con el desarrollo saludable del pie infantil.
Los resultados identificaron características clave para que un calzado sea considerado respetuoso:
  • Suela flexible y delgada que permita al niño sentir el suelo y desarrollar una marcha natural.

  • Horma anatómica que respete la forma real del pie infantil, especialmente en la zona de los dedos.

  • Ausencia de elementos rígidos que restrinjan el movimiento natural del pie.

  • Materiales ligeros, transpirables y cómodos que eviten la irritación y permitan la libertad de movimientos.

El estudio concluye que el calzado respetuoso ayuda a fortalecer los músculos del pie, mejora la coordinación y equilibrio, y previene posibles deformaciones o problemas de marcha que podrían surgir con calzado rígido y poco anatómico.
Además, se recalca la importancia de permitir que los niños caminen descalzos siempre que sea seguro, complementando el uso del calzado respetuoso.
Elegir zapatos respetuosos, entonces, no es solo una decisión basada en comodidad o moda, sino una apuesta segura respaldada por evidencia científica para la salud presente y futura de nuestros hijos.

Fuente: Wegener, C., Hunt, A. E., Vanwanseele, B., Burns, J., & Smith, R. M. (2011). Effect of children's shoes on gait: a systematic review and meta-analysis. Gait & Posture, 34(2), 194-199.

La forma en que caminan los niños suele considerarse natural, pero investigaciones recientes han demostrado que los zapatos que utilizan pueden influir notablemente en su manera de caminar y desarrollarse.
Un análisis científico detallado, publicado en la revista Gait & Posture, investigó cómo diferentes tipos de calzado infantil afectan la marcha en comparación con caminar descalzos. Los investigadores revisaron múltiples estudios realizados con niños de distintas edades, desde los primeros pasos hasta la preadolescencia.
El método utilizado fue una revisión sistemática y meta-análisis, lo que significa que analizaron y compararon los resultados de varios estudios previos para obtener conclusiones generales. En total, evaluaron datos de cientos de niños a través de diversas técnicas, como análisis biomecánicos detallados, grabaciones de video y sensores de movimiento.
Los resultados fueron claros: los zapatos rígidos, con suelas gruesas y estructuras poco flexibles, modificaban notablemente la forma natural de caminar. Estos zapatos restringían el movimiento normal del pie, haciendo que los niños adoptaran un paso más pesado, menos ágil, y en algunos casos, aumentando la presión en articulaciones sensibles.
Por el contrario, cuando los niños caminaban descalzos o usaban calzado minimalista y flexible, mostraban una marcha más natural y eficiente. Este tipo de zapatos permitía movimientos fluidos, fortalecía los músculos intrínsecos del pie y facilitaba un desarrollo adecuado de la coordinación y equilibrio.
Otra conclusión relevante fue que los zapatos más rígidos y estructurados, diseñados supuestamente para "sostener" el pie, en realidad generaban más problemas que beneficios, pudiendo incluso contribuir a deformaciones o patrones de marcha menos saludables.
Por eso, el estudio recomienda fuertemente el uso de calzado flexible y minimalista para niños, especialmente en edades tempranas, para fomentar un desarrollo saludable del pie y una marcha más natural, estable y segura.
En definitiva, elegir zapatos adecuados para nuestros hijos no es solo una cuestión estética o de comodidad, sino una decisión importante para su salud y desarrollo motor.

Calzado deportivo restrictivo

Fuente: Müller, S., Sterzing, T., & Milani, T. L. (2010). Current soccer footwear, its role in injuries and performance. Footwear Science, 2(2), 51-61.

Cuando los niños practican deportes, es normal pensar que necesitan calzado especializado para protegerse de lesiones y mejorar su rendimiento. Sin embargo, no todos los zapatos deportivos cumplen realmente estas funciones. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duisburgo-Essen, Alemania, analizó cómo el calzado actual de fútbol afecta las lesiones y el desempeño en niños y adolescentes.
Los investigadores realizaron una revisión exhaustiva de múltiples estudios y análisis relacionados con el calzado utilizado en fútbol, evaluando detalladamente características específicas como el diseño de la suela, la longitud y configuración de los tacos y la rigidez general del zapato. Mediante esta revisión, pudieron determinar que los zapatos deportivos más rígidos, con suelas gruesas y tacos más largos, aunque suelen ser elegidos para proteger el pie, terminan incrementando el riesgo de lesiones, particularmente en tobillos y rodillas, debido a que restringen el movimiento natural del pie.
Una de las razones principales es que el calzado deportivo tradicional, con tacos largos y suelas demasiado rígidas, impide un movimiento natural del pie. Esto puede generar estrés adicional en articulaciones sensibles como el tobillo y la rodilla, aumentando el riesgo de torceduras, esguinces y otras lesiones.
Por otro lado, los zapatos deportivos flexibles y minimalistas, que permiten un mejor movimiento natural del pie, demostraron reducir significativamente el riesgo de lesiones. Además, se comprobó que mejoran la estabilidad y la percepción del terreno, factores esenciales para un rendimiento deportivo seguro y eficaz.
La recomendación del estudio es clara: elegir zapatos deportivos que sean lo más flexibles posible, con tacos cortos y suelas que permitan un movimiento natural, puede hacer una gran diferencia en la seguridad y el desempeño deportivo de los niños.

Fuente: Walther, M., Herold, D., & Sanz, A. (2008). Children's sport shoes—A systematic review of current literature. Footwear Science, 1(2), 87-98.

Elegir zapatos deportivos para nuestros hijos puede parecer sencillo: cómodos, atractivos y de buena marca. Pero, ¿sabías que la ciencia tiene mucho que decir sobre cómo estos zapatos pueden afectar el rendimiento y la seguridad de los niños?
Un estudio publicado en la revista Footwear Science realizó una revisión exhaustiva de las investigaciones actuales sobre el calzado deportivo infantil, para evaluar cómo diferentes diseños afectan tanto el rendimiento deportivo como la salud del pie.
El método utilizado fue una revisión sistemática, lo que significa que analizaron numerosos estudios científicos previos para obtener conclusiones sólidas y bien fundamentadas. Se examinaron investigaciones realizadas con niños y adolescentes que practicaban diferentes tipos de deportes como fútbol, baloncesto y atletismo.
Entre los resultados más destacados se encontró que los zapatos deportivos con amortiguación excesiva y suelas muy rígidas pueden interferir en el desarrollo natural del pie. Contrariamente a la creencia popular, estos zapatos no siempre reducen el riesgo de lesiones; en algunos casos incluso podrían aumentar la probabilidad de torceduras o caídas al limitar el movimiento natural.
Por otro lado, el calzado deportivo minimalista, con suelas más flexibles y menos amortiguación, mostró beneficios en cuanto al fortalecimiento muscular del pie, mejora en la estabilidad y una mayor sensibilidad al terreno, lo que ayuda a los niños a reaccionar mejor durante la actividad física.
La recomendación principal del estudio es optar por zapatos deportivos que permitan una flexibilidad natural del pie y proporcionen un equilibrio adecuado entre protección y libertad de movimiento.
En resumen, al elegir calzado deportivo para tus hijos, recuerda que menos puede ser más: busca zapatos que respeten el desarrollo natural del pie, brindando seguridad y comodidad sin comprometer la salud a largo plazo.